En el año 1946, tras haber estado suspendia desde el año 1902, se repuso L’Amuravela sin la presencia de San Pedro. Antón de la Colona fue el primero que la inauguró. Fue el recitador y autor del sermón, con ayuda de Elvira Bravo. Era un marinero viejo, muy inteligente, improvisador y gran recitador de romances. Al año siguiente murió.